¡Llega la Semana Santa! Así que toca ponernos las botas con las monas de Pascua, los roscones, huevos de chocolate y las torrijas. Estas son las torrijas "de mi abuela" y las hacía en cualquier época del año, no sólo en esta, con la excusa de aprovechar el pan. Son un postre sencillo, barato, que me encanta y me recuerda a ella.
INGREDIENTES:
- Pan del día anterior ("pan reseso" para los gallegos)
- Leche entera
- Canela en rama y en polvo
- Huevos
- Azúcar
- La cáscara de un limón
- Aceite de girasol
ELABORACIÓN.
En un cazo, hervimos leche con la cáscara del limón y una rama de canela para que coja el aroma. La sacamos del fuego, endulzamos con un poco de azúcar y la dejamos enfriar un poco.
Cortamos el pan en rebanadas y lo sumergimos en la leche tibia. Después, lo pasamos por huevo batido y freímos en abundante aceite. Colocamos las torrijas sobre un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y espolvoreamos con azúcar y canela en polvo.
Lástima que en mi casa casi nunca sobra pan...
Hola!!!!que buena pinta estas torrijas, sobre todo ya fuera de temporada que es cuando las estoy mirando....Me gustan tus torrijas porque son las típicas de siempre, sin adornos como las hacía mi madrey me hace recordar aquellas tardes que nos poniamos a cortar pan, hervir leche...el olor de la canela y el limón, tardes de infancia y familia.
ResponderEliminarGracias, Luciernaguilla. A mí también me recuerdan mi infancia... mmmm
Eliminar