Cena de Reyes para niños

Los protagonistas de la noche de Reyes son los niños y a ellos no les suelen gustar las comidas formales con primer plato, segundo y postre, en una mesa encopetada. Por eso, el día 5 decidimos que cenaran antes que los mayores, un buen vaso de leche con magdalenas y galletas, que les dieron energía para jugar hasta tarde. Esta es la mesa que preparamos para ellos, con muchos colores, chuches, lápices de colores, globos, serpentinas, y la presencia de los Reyes Magos.

 

Para hacer más divertida la taza de leche, se decoró con bolitas de colores. Sólo hay que fundir chocolate blanco, bañar el borde de la taza en él y colocarla sobre un bol lleno de bolitas de colores, para que se queden pegadas. Metemos las tazas en la nevera un rato para que se endurezca el chocolate y les colocamos unas pajitas.

Con el chocolate fundido que sobró, preparé unos bombones. Se echa el chocolate en unas capsulitas de trufa y se decoran con mini lacasitos de colores. Enfriamos en la nevera y, cuando el chocolate vuelva a endurecerse, los desmoldamos.

Aunque los cupcakes con frosting son muy bonitos, tienen demasiado azúcar y, esta vez, optamos por unas magdalenas caseras, más sanas y sencillas. Se decoraron simplemente con pequeñas chocolatinas, pegadas con una gota de chocolate fundido, estrellitas de galleta y, en la cumbre, los Reyes Magos. 

Mientras esperábamos a todos los invitados, los niños se entretuvieron  con unos pasatiempos diseñados específicamente para la fiesta. Mi hijo, coloreó los dibujos y dejó su obra terminada en el árbol para que los Reyes Magos se la llevaran de recuerdo. Y, en el aseo, hasta el papel higiénico tenía motivos navideños.

Los postres de la noche tenían forma de árbolitos de navidad, decorados con grajeas de colores. El de chocolate es un flan de nocilla, y el verde una mousse de yogur.

Como recuerdo, se llevaron a casa una chocolatina "conmemorativa", envuelta a juego la invitación y el resto de papelería de la fiesta.